Envejecer es una condición natural a la cual todos estamos expuesto por el inexorable paso del tiempo y por el desgaste del día a día de nuestro cuerpo que en muchas ocasiones no le damos el tiempo necesario para su recuperación y aquí es donde ocurre el envejecimiento prematuro, la acumulación de estrés es un factor clave para la aparición de esas arruguitas a temprana edad.
Detectar el envejecimiento prematuro no es una tarea difícil puesto que la misma piel revela fácilmente estos problemas de esta manera:
Piel arrugada: es el síntoma más evidente, puede aparecer incluso antes de los 18 años y se debe especialmente a resequedad cutánea provocada por la exposición al sol sin un adecuado protector solar, además está asociado condiciones de estrés y consumo de anticonceptivos, cigarrillo y alcohol.
Piel grisácea: es un síntoma de envejecimiento prematuro menos frecuente pero su aparición está ligada a la contaminación por humo del medio ambiente, también puede estar relacionado con alguna enfermedad pulmonar que impide que todas las células del cuerpo se oxigenen adecuadamente.
Aparición de manchas: ese es otro signo de envejecimiento temprano puede ser ocasionado por algunos medicamentos, lesiones solares, infecciones bacterianas, cambio de pH del medio ambiente.
Todos estos signos pueden ser tratados con cremas y una adecuada hidratación así como también evitar al máximo el estrés, pero hay situaciones cuando no se tratan a tiempo son irreversibles.
